Hoy escribo para desmontar esta órbita ilusa de mi cabeza. Para acompañar mis pensamientos con palabras y alguna que otra melodía. Para matar el tiempo (y también la distancia que nos separa). Escondo mis miedos para parecer fuerte y lo consigo. En verdad es fácil. Si bien, eres diferente. Si antes solo me ilusionaba yo sola y me formulaba mil ideas en la cabeza no era más que mi culpa y mi inmadurez. Hoy puedo decir que entiendo por qué lo hacía. (Aun que no os lo vaya a contar)
Puedo parecer libre, pero mis ideas me retienen presa en una jaula mental. En una lucha constante de contradicciones. Puedo amar que llueva si estoy contigo u odiar el mismo hecho si estoy sola.
Mirar las estrellas cada vez duele menos desde aquel día que me dijiste: "Conseguiré que te guste mirar las estrellas conmigo, lo voy a conseguir, por ti."
No espero que vengas cada día a la puerta de mi casa con un ramo de rosas, ni una tuna, ni que me recites poesías ni me mandes mensajes todos los días. Con que te acuerdes de mí de vez en cuando y sonrías, me es suficiente. No quiero que me regales millones de cosas para demostrarme que te importo, ni que me bajes la luna, ni me lleves a Marte... Que a mí una tarde viendo Desayuno con Diamantes en el sofá es lo mejor que me puede ocurrir. ¿Lo que digan los demás? ¿Qué demás? Para mí no existen. Esto es nuestro. Me has retenido y me has enseñado a no querer irme. Y eso es conseguir mucho (de verdad).
Cierto es que aún que mantengas en calma mis mares, seguiré sufriendo de huracanes (soy un terremoto). Y que voy a necesitar estar sola, conmigo misma. O a solas contigo. Yo mataré monstruos por ti....
Me agrandas la vida.
